Porque las mejores cosas de la vida llegan así, de sorpresa, cuando menos lo esperas...

lunes, 14 de marzo de 2016



Tengo la convicción de que no existes
y sin embargo te oigo cada noche,
te invento a veces con mi vanidad
o mi desolación o mi modorra.
Del infinito mar viene tu asombro,
lo escucho como un salmo y pese a todo
tan convencido estoy de que no existes
que te aguardo en mi sueño para luego.

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